martes, 10 de febrero de 2015

Let it be

Después de QUÍDAM, me quedaba la desazón de lo fácil que era deshacerse del ejecutable resultante. Decidí, entonces, ir un paso más allá. No quería eliminar la voluntad del usuario, pues ese era el único paso que separaba al proyecto de ser un virus propiamente dicho. Pero tampoco quería que el resultado simplemente se borrara y ya. Me propuse, pues, que el producto resultante fuese una carpeta imposible de borrar. Buscando en la Web encontré que en la API de Windows existen palabras reservadas que no permiten ser usadas para nombrar las carpetas. De manera convencional es imposible crearlas, en cambio con un brevísimo script si se puede.
El algoritmo para lograrlo es el siguiente:

1. cree un archivo de texto en un directorio cualquiera.
2. nómbrelo “let it be”
3. ejecútelo y escriba el siguiente texto: md aux\
4. cambie la extensión “.txt” por “.bat”
5. ejecútelo

El resultado es una carpeta imposible de borrar convencionalmente. Usted puede:
1. ofuscarse tratando de borrarla
2. buscar vías alternativas para su eliminación (que por supuesto las hay)
3. no preocuparse y simplemente dejarlo existir.

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